Hoy encontre una nota pegada con un iman en la puerta de la heladera.
Decia “si tuvieras la amabilidad de quererme”
Nunca considere al acto de querer a alguien como una amabilidad, pero pense que la idea era buena y que me gustaria ser el destinatario de la nota.
Nunca supe ni sabre si era para mi y lo mas probable es que no lo fuera, pero que bueno hubiera sido. De hecho no la abri.
Despues de todo, cuantas notas he librado mendigando caricias que siempre me han negado… bueno… no siempre.
Pero pense que la forma de encararlo era buena, porque si tuvieras la amabilidad de quererme, de cuidarme, de saber que estoy… seria todo menos malo o quizá hasta bueno.
Despues de todo es una frase que achica esta distancia tremenda que separa a gente que a lo mejor se ve todos los dias.
Cuantas veces nos preguntamos o decimos cosas similares?
Y –esto te lo digo a vos- si tuvieras la amabilidad de ver que no solo soy esto que ves y tocas, quizá comprenderías y abrirías mis ojos de par en par para regalártelos (a vos y al sol).
Si fueras tan amable o tan despierta de fijarte, verías y me verías. Mediocremente sabio o sabiamente mediocre o las dos cosas o ninguna.
Pero siempre tuyo.
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