Sentada en el borde de la cama con un hilo de luz que la esquiva por poco.
Vestida de negro, como la ocasion, me mira y lanza excusas por los ojos.
Una puerta cerrada que se va a abrir y la espalda que va a ser lo ultimo que yo vea.
Ella acarica la valija como pidiendo mas tiempo, dilatando una ausencia que se anuncia en el aire.
Andate de una vez, que otro te cargue la valija.
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